1. Negro:
considerado uno de los colores neutros, es el más sencillo de combinar
ya que
encaja con todo el arcoiris. También resulta el más adecuado para el todo en
uno con looks monocromáticos, en los que lo más sencillo es buscar prendas
con una intensidad determinada para que juntas parezcan una sola.
2. Blanco: como en el caso del negro, es el
comodín perfecto para combinar con cualquier color. Gris, beige y la gama de
pasteles si quieres algo más fresco y rojo o azul marino para demostrar
seguridad y confianza en uno mismo.
3. Azul: aquí la intensidad juega un papel clave. En
su versión más clara, utiliza otros tonos pastel de amarillo, rosa o malva, así
como un marino para jugar con la variedad. Por el contrario, si es un azul
fuerte apuesta por fucsia, blanco, mostaza, naranja o rojo.
4. Rosa: un caso similar al del azul en el que es la
tonalidad la que marca sus parejas. Utiliza el gris y el blanco para relajar y
el negro para añadir fuerza. Verde y marrón también encajan con el rosa más
suave.
5. Verde: en su versión militar permite un
gran abanico de posibilidades no solo con los tonos tierra, si no con la gama
de pasteles y neutros. Para su forma más oscura se reserva el amarillo y el
naranja, y para el tono agua o esmeralda fíjate en el rosa.
6. Rojo: aunque negro y blanco siempre suelen ser los
más recurrentes, puedes atreverte con mezclas más explosivas como el antaño
prohibido rosa.
7. Naranja: los tonos tierra y el blanco son
sus amigos habituales, aunque gris y azul marino también pueden dar lugar a una
mezcla interesante.
8. Amarillo: al ser un color cálido, sus
aliados los encontrarás en la gama de los fríos como el azul o el verde.
También granates y morados si no tienes miedo a destacar.
9. Morado: naranja, marrón, rojo, gris y,
sobretodo, toda la gama de lilas y malvas para suavizar.
10. Marrón: el más complicado de sacar
partido. Si no te atreves a probar con gris o verde, recurre a los tonos beige
y camel, nunca fallan.